Graphe
Martínez Avezuela
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CAMPOS DE FUERZA

21 septiembre-27 octubre 2023

Madrid

«...La obra de Eva Rodríguez Góngora (Almería, 1989) se cimenta sobre la observación y la escucha. No da por sabido y es como ese ángel que intenta meter el mar en un cuenco de arena. Su trabajo es tan silencioso, tan largo y obstinado que apenas se ha dado aún a conocer. Un solo dibujo de unos pocos centímetros de extensión puede llevarle meses de trabajo, así que un puñado de avisados se encuentra siempre a la espera de sus nuevas piezas. Un observador poco atento señalará en su trabajo alguna hermandad con el hiperrealismo o quizás con la producción de artistas como Vija Celmins, pero estaría errando el tiro. Sobre todo porque le asiste una fuerte inclinación a la analogía y a la síntesis, es decir, a lo simbólico. El minucioso barrido material de sus piezas incorpora un tejido metafórico que solo encuentra prolongación y esclarecimiento en sus escritos. Y aunque habitualmente se sirva del grafito o de la pintura, su método, finalmente, es el del viento, la arena o el agua: en sus piezas no suele haber lo que habitualmente entendemos por trazos, sino más bien puntos diminutos, o el trabajo de punzones o de sutiles veladuras de pintura dotadas de una complejidad estructural poco común.

Así, el proceso se torna significante y acaba por comprometer decisivamente el resultado. Rodríguez Góngora pone un pie en lo geológico y otro en lo sideral, dando por sentado que son manifestaciones de un mismo duelo. La distancia entre esos dos polos genera un arco de fuerza que la mayor parte de nosotros no alcanzaría a sostener un solo segundo, no digamos ya manejarlo como si se empujaran órbitas o volcanes. Cada una de sus piezas es el resultado de un proceso de investigación cruzado de reflexiones, tanteos y lecturas, y es por eso, y por más extraño que pueda parecer, que la tarea que le ocupa responde a un empeño que es al mismo tiempo angélico y humboldtiano. Se trata del sueño, de la intuición y de la ciencia. De modo que si un día caminas por la playa y ves a Eva tratando de componer el mar en un rectángulo de arena, no la interrumpas con tus preguntas y menos aún con tus apremios. Déjalo estar y presta oído...»


Texto: Francisco Jesús Serrano Alba

Fotografía: Eva Rodríguez Góngora

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ALEGORÍAS DEL AGUA Y LA LECHE

1 junio-5 julio 2023

Madrid

«Alegorías del agua y la leche indaga sobre la identidad, la maternidad, los estándares de exigencia social con las mujeres, el cambio de roles en la pareja con el nacimiento de los hijos y la enfermedad. Pepa Mora ha forjado un lenguaje propio seleccionando lo esencial mediante un trazo simple y delicado. Al igual que sucede con los recuerdos, lo que los ojos perciben incompleto, o apenas bosquejado, se concluye en nuestra mente. Centrándose en un único color, el azul, ha conseguido crear un imaginario inagotable a través de la experiencia de lo vivido. 

Para María Zambrano, cuando soñamos «el tiempo que pasa solamente se precipita o se desliza más bien en un abismo, en el abismo de lo no vivido del todo. De lo no vivido del todo porque le falta algo: ser memorable». Estas imágenes de remembranza para Pepa son de color azul. Mediante él, sus pensamientos se vierten en el papel. Ella misma cuenta que cuando dibuja con su lápiz azul todo es distinto. Este color trajo consigo un tipo de paisaje, como si hubiera abierto una grieta en la realidad. Y es que como en los sueños, reconocemos los colores porque los recordamos...»


Texto: Paula Puigmartí

Fotografía: Mozhdeh Nourmohammadi

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MESAS LUNARES

20 abril-31 mayo 2023

Madrid

«Imposible no relacionar estas Mesas lunares con las mesas de luz que César Barrio suele proyectar en conciertos –Kursaal, Círculo de Bellas Artes, Fundación Juan March– casi siempre con el cuarteto Sigma Project, o en sesiones privadas, normalmente en su estudio. Comparadas con el aluvión de tintas y aceites en movimiento estas obras pueden ser interpretadas como el feliz descanso de una errancia, el hallazgo tras la búsqueda, una meta que es al mismo tiempo el principio de todos los caminos, un monumento al devenir.

La Luna tiene una larga relación con el agua. Muchos de sus nombres hablan de océanos, mares y lagos. Estos dibujos muestran una feliz analogía de luz y agua. Proponen un mimetismo visionario cuyo objeto de representación funde de modo natural rayo y onda, dejando ver, de pasada, la estructura profunda de una realidad que juega a las paradojas. Aunque nos parezca que la forma de avanzar la luz es recta, tan diferente del agua undosa, solo hay que ver el modo de proyectar los rayos que tiene una hoguera, una tormenta solar o el mismo arcoíris para sentir que no hay tantas diferencias con las sinuosidades líquidas. Si profundizamos en su funcionamiento invisible veremos todavía más similitudes. La luz avanza como el agua, a través de ondas, empujada por una especie de viento interior constante…»


Texto: Paco Carreño

Fotografía: Mozhdeh Nourmohammadi