Eustaquio Marín Ramos
(Sevilla, 1973- San Sebastian, 1948)
Escena del baile
Ca. 1905-1915
Aguada de tinta china sobre papel
480 × 670 mm
Artista de infancia extraordinaria, por no decir extravagante –lector de novelas de contrabandistas para una familia gitana, acordeonista y guitarrista autodidacta–, según su primer biógrafo José Cascales, Marín Ramos comenzó «dibujando más con los pinceles que con el carboncillo» de forma espontánea, retratando escenas de la vida entre flamencos, bailarinas y casetas de feria,
Sus primeras exposiciones en Madrid (la Nacional de Bellas Artes de 1906 o el Salón Iturrioz en 1910), Huelva (Círculo Mercantil) y Barcelona, le llevaron a plantearse un viaje a París, donde residió entre 1911 y 1915. Allí logró cierto reconocimiento con sus escenas costumbristas. Un imaginario repleto de juergas flamencas, cafés, gitanas y gauchos, para el que empleó una técnica sutil y original a partir de manchas de color y amplias pinceladas de tinta china.